Month: March 2013

Ingredientes (para unas 12 galletas aprox.):

Vamos precalentando el horno a 175 º C. Mientras, en un bol ponemos el azúcar y el aceite. Removemos bien y añadimos los huevos, la miel, la canela y la vainilla. Batimos con ayuda de unas varillas.

Añadimos las tazas de avena y volvemos a mezclar, pero esta vez con una espátula porque las varillas no servirán ya de mucho al ganar en consistencia. Cuando esté todo bien integrado añadimos por último la harina y removemos bien hasta que quede de nuevo homogéneo.

En la placa del horno extendemos un papel vegetal y con una cuchara vamos poniendo (no demasiado juntos ya que después se expanden un poco) montoncitos de la masa, más o menos del tamaño de una nuez pequeña. Los aplanamos también con la ayuda de la cuchara dándoles la forma de galleta.

Cuando tengamos ya todas listas las metemos en el horno durante 15 minutos, se quedarán sequitas en superficie y con un tono dorado. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

• 2 tazas de espinacas hervidas o 3 paquetes de espinacas crudas
• 1 Taza de crema de leche
• 1/2 Taza de mayonesa
• 3 Cdas.de perejil
• 200 g. de queso amarillo rallado
• 2 Cebollas picaditas en cuadritos
• 1 Cdta. de sal
• 1 Cdas. de mantequilla
• 3 Dientes de ajo machacados
• 1 Pan campesino redondo para rellenar
• Pimienta negra recién molida al gusto
• 1 Paquete de pancitos tostados

Lavar las hojas de espinacas y hervir en agua con sal sin taparlas, para conservar su verdor. Escurrir bien y picar. Sudar los ajos machacados y las cebollas cortadas en cuadritos en una sartén con mantequilla. Unir en un recipiente las espinacas cocidas, los ajos y las cebollas sudadas, la mayonesa, la crema de leche, el perejil picadito y el queso amarillo rallado. Agregar sal y pimienta negra recién molida al gusto. Hacer un corte en la parte superior del pan campesino redondo, simulando una tapa cuadrada. Extraerle la miga y rellenar con la mezcla. Colocar la tapa nuevamente y hornear a 350°F por una hora, o hasta que esté bien caliente el relleno. Si es necesario un poco más de cocción, se destapa y se hornea unos minutos más. Servir acompañado con pancitos tostados.

– 2 pechugas de pollo sin piel, cortadas en trozos

– 1 cda de fécula de maíz (Maicena)
– 2 cdtas de aceite de sésamo
– 4 cebollas , cortadas
– 2 dientes de ajo grandes, picados
-1 o 2 cdtas de jengibre fresco, rallado
-1 cdta de ají rojo disecado (utiliza menos si no lo quieres demasiado picante)
– 3 cdas de vinagre de arroz
– 2 cdas de salsa de soja
– 1 o 2 cdtas de azúcar
– 1/2 taza de maní tostado
– Arroz blanco cocinado (aparte del que utilices como guarnición)

Preparación:

Deja el arroz preparado a un lado por ahora.
Combina en un bowl el pollo y la fécula de maíz y revuelve hasta que el pollo quede bastante rebozado de fécula.
En otro bowl, mezcla vinagre, salsa de soja y azúcar y deja reposar por el momento.

Calienta una sartén grande o un wok a fuego medio, con un poco de aceite de sésamo. Una vez que el wok o sartén esté muy caliente, agrega el pollo y saltea unos 5 o 6 minutos o hasta que ya no esté rosado por dentro. Remueve el pollo del recipiente.
Agrega ahora a la sartén o wok el ajo, jengibre, pimiento y verdeo (dejando algunas cebollas aparte para la presentación final) y saltea todo durante 30 segundos, revolviendo constantemente. Agrega la mezcla de salsa de soja, vinagre y azúcar junto con el pollo cocido y el maní. Cubre el pollo y maní con la salsa y lleva a calentar.
Sirve sobre un colchón de arroz y cubre con el resto de la cebolla .